miércoles, 16 de septiembre de 2020

HISTORIA DE LA GUERRA DE LA TRIPLE ALIANZA CONTRA EL PARAGUAY (1864-1870)

 SÓLO LA VERDAD OS HARÁ LIBRES.

Comentario sobre “LAS CAUSAS DE LA GUERRA”, de Ricardo Caballero Aquino, editado por El Lector y ABC Color. Debo reconocer que he leído con fruición la obra, escrita en un estilo elegante y de lectura fascinante donde la verdad sobre las causas de la guerra brilla como las estrellas en el cerúleo cielo; por tanto, no es posible refutarla. Pienso que debe ser adoptado por el MEC como libro de consulta obligatoria en la asignatura de Historia del Paraguay. Felicito al lúcido intelectual e historiadora paraguayo por poner en manos de sus conciudadanos una parte importante de los orígenes de la guerra del 70 con toda objetividad, algo raro en un historiador paraguayo. Por todo lo que representa y significa, la obra constituirá una realización memorable en la historiografía paraguaya, muy diferente a la ficción de la historiografía nacional-patriótica que trata de encubrir, defender y exculpar al mariscal Francisco Solano López de sus garrafales errores políticos y militares y de sus innecesarias crueldades.

Nuestra intención es, decir que el autor, con este opúsculo, magníficamente estructurado, produjo un verdadero monumento escrito sobre aquella malhadada guerra que fuera el causativo de la destrucción de 50 años de lento progreso del Paraguay, luego de un largo periodo de paz.

Una sola opinión quisiera objetar, y es en la parte del Prefacio de la interensate obra. Al referirse sobre la publicación del Tratado Secreto, se lee: “De ahí surgió su estatura de héroe romántico trascendente, uno de los pocos que prometiendo morir en el último campo de batalla al frente de sus últimos espectros de soldados, cumplió y pasó a la gloria”. Varios conductores de ejército murieron, pero a diferencia de Solano López, murieron conduciendo su ejército en una batalla decisiva (Ciro el Grande, Constantino XI, Carlos XII rey de Suecia, etc.); y otros al perder la batalla decisiva como Vercingetórix en las Galias, el rey Agis de Esparta, etc., que pudieron escapar fácilmente, sin embargo quedaron y ofrecieron digna, patriótica y valientemente sus respectivas cabezas con el sano propósito de evitar a sus pueblos mayores sacrificios, conscientes de sus responsabilidades como Jefe de Estado y conductor de ejército.
Luque, 16-09-2020.

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