domingo, 4 de octubre de 2020


miércoles, 16 de septiembre de 2020

HISTORIA DE LA GUERRA DE LA TRIPLE ALIANZA CONTRA EL PARAGUAY (1864-1870)

 SÓLO LA VERDAD OS HARÁ LIBRES.

Comentario sobre “LAS CAUSAS DE LA GUERRA”, de Ricardo Caballero Aquino, editado por El Lector y ABC Color. Debo reconocer que he leído con fruición la obra, escrita en un estilo elegante y de lectura fascinante donde la verdad sobre las causas de la guerra brilla como las estrellas en el cerúleo cielo; por tanto, no es posible refutarla. Pienso que debe ser adoptado por el MEC como libro de consulta obligatoria en la asignatura de Historia del Paraguay. Felicito al lúcido intelectual e historiadora paraguayo por poner en manos de sus conciudadanos una parte importante de los orígenes de la guerra del 70 con toda objetividad, algo raro en un historiador paraguayo. Por todo lo que representa y significa, la obra constituirá una realización memorable en la historiografía paraguaya, muy diferente a la ficción de la historiografía nacional-patriótica que trata de encubrir, defender y exculpar al mariscal Francisco Solano López de sus garrafales errores políticos y militares y de sus innecesarias crueldades.

Nuestra intención es, decir que el autor, con este opúsculo, magníficamente estructurado, produjo un verdadero monumento escrito sobre aquella malhadada guerra que fuera el causativo de la destrucción de 50 años de lento progreso del Paraguay, luego de un largo periodo de paz.

Una sola opinión quisiera objetar, y es en la parte del Prefacio de la interensate obra. Al referirse sobre la publicación del Tratado Secreto, se lee: “De ahí surgió su estatura de héroe romántico trascendente, uno de los pocos que prometiendo morir en el último campo de batalla al frente de sus últimos espectros de soldados, cumplió y pasó a la gloria”. Varios conductores de ejército murieron, pero a diferencia de Solano López, murieron conduciendo su ejército en una batalla decisiva (Ciro el Grande, Constantino XI, Carlos XII rey de Suecia, etc.); y otros al perder la batalla decisiva como Vercingetórix en las Galias, el rey Agis de Esparta, etc., que pudieron escapar fácilmente, sin embargo quedaron y ofrecieron digna, patriótica y valientemente sus respectivas cabezas con el sano propósito de evitar a sus pueblos mayores sacrificios, conscientes de sus responsabilidades como Jefe de Estado y conductor de ejército.
Luque, 16-09-2020.

martes, 15 de septiembre de 2020

REINICIO DE LA PUBLICACIÓN DE ALGUMOS COMENTARIOS SOBRE LA GUERRA DE LA TRIPLE ALIANZA CONTRA EL PARAGUAY

En la guerra de Paraguay de 1864-1870 abundan los errores. Por estos mismos es necesario seguir reflexionando sobre ellos, para no volver a cometer los mismos errores: fin de la historia militar.


TEMA I. UNA ARENGA MUY INTERESANTE

Esta magnífica y ejemplar arenga hemos extraído de la obra "Militaria" de Nicholas Hobbes.

El TCnel Tim Collins, comandante del primer batallón del regimiento real irlandés (conformando la coalición de fuerzas), el 20 de marzo de 2003, en Kuwait, poco antes de penetrar en Irak, dirige a sus tropas la arenga que abreviadamente ponemos a consideración de los camaradas de las FF AA de nuestra Nación: "Vamos a liberar, no a conquistar. Nuestras banderas no van a ondear en su país. Vamos a entrar a Irak para liberar a un pueblo y la única bandera que ondeará en esta tierra antiquísima es la suya propia. Mostrad respeto ante ellos.
Algunos entre vosotros que están vivos en este momento no lo estarán dentro de poco. Aquellos que no deseen emprender ese viaje, no los enviaremos. En cuanto a los demás, espero de vosotros que conmocionéis su mundo. Que los borréis de la faz del mismo si es eso lo que eligen. Pero si sois feroces en la batalla, no olvidéis mostraros magnánimos en la victoria.
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Si hay bajas de guerra recordad entonces que al levantarse y vestirse esa mañana no tenían previsto morir ese día.
Tengo la intención de llevaros vivos de vuelta a todos y cada uno de vosotros, pero bien puede haber algunos entre los presentes que no vean el final de esta campaña. A los que corran esa suerte los meteremos en su saco de dormir y los mandaremos a casa. No habrá tiempo para lamentaciones.
Acabar con otra vida humana supone un gran paso. No ha de hacerse a la ligera. Sé de hombres que han arrebatado vidas sin necesidad en otros conflictos, y puedo aseguraros que viven con la impronta de Caín en su interior.
Si alguien se rinde ante vosotros, recordad que cuentan con el derecho de hacerlo según la ley internacional, y aseguraos de que algún día vuelvan a casa con sus familias.
En cuanto a aquellos que deseen luchar, nuestro objetivo es complacerlos.
Si causáis algún daño al regimiento o a su historia..., se os hará el vacío a menos que vuestra conducta responda a los más elevados ideales, pues vuestros actos os seguirán a través de la historia. No toleraremos que acarréis la vergüenza ya sea a nuestros uniformes o a nuestra nación..."
ADENDA: el libro contiene más de cien artículos sobre hechos, leyendas y curiosidades sobre la guerra y los ejércitos a través de la historia, y que pueden ser de gran interés para los militares y civiles de cualquier ejército del mundo.
FIN

REINICIO DE PUBLICACIONES DE ALGUNOS TEMAS: 

                                (10-10-2020)

                       TEMA II. ACTITUD DEL GENERAL EN JEFE ANTE LA DERROTA.

Consideraciones. Para meditar y sacar cada uno su propia conclusión, mañana viernes, damos algunos ejemplos de la actitud que adoptaron algunos grandes conductores de Ejército ante la derrota, pero antes estamos obligados a dejar por sentado nuestra opinión sobre los siguientes aspectos: La historia registra muchos ejemplos en que un General derrotado ofrece su cabeza para negociar con el enemigo y evitar de este modo a su nación mayores sacrificios; porque estaban convencidos de que la guerra no es una pasión ciega como lo creyó el Mcal. López y aún creen muchos paraguayos, sino que está dominada por el objetivo político, vale decir, se lucha por una cosa que se denomina “objetivo político”. Ejemplos: el objetivo político o la misión que Estigarribia recibió del Gobierno fue: “expulsar a los bolivianos del Chaco paraguayo”. En la II G.M la misión que recibió Dwight Eisenhower: “penetrar en el corazón de Europa y destruir las fuerzas militares de Alemania”. El objetivo político de López era, “ser reconocido como árbitro del Río de la Plata o como el mantenedor del equilibrio de poderes en la región, y reponer al Partido Blanco en el Gobierno de Uruguay”. Esto es así, porque el Pdte. Rca., no debe meterse en asuntos netamente técnico. ¿Cuándo termina una guerra? No basta ocupar parte del territorio y destruir las fuerzas militares para considerar que la guerra está terminada. En efecto, la guerra puede estallar de nuevo en el interior del país o con la ayuda de un aliado. La guerra proseguirá hasta que el Gobierno derrotado acepta las condiciones del vencedor. No obstante, hay que considerar siempre que la guerra finaliza con la firma de la paz. Tan pronto como los gastos para mantener las fuerzas militares sea tan grande que la conquista del objetivo no podrá compensar o ya no justifica el sacrificio de la nación ese objetivo debe ser sustituido por la búsqueda de la paz, pues, un armisticio siempre será más conveniente porque el gobierno tiene la obligación de mirar la posguerra, recuperar la paz para su pueblo e impedir que el país alcance el punto de su bancarrota. La guerra es tan solo un árbitro al que se apela después de agotar los medios pacíficos para saber quien tiene razón; dilucidada la cuestión por las armas y hay un vencedor y un vencido, proseguir la lucha sin posibilidad de victoria es un estéril desperdicio de vidas humanas. En el Sermón de la Montaña leemos: “Dichosos los que tienen compasión de otros, y los que procuran la paz” (Mt 5. 7,9). Caifás, sumo sacerdote -presidió el Sanedrín durante el proceso a Jesús-, inspirado por Dios que Jesús iba a morir por la nación judía, se dirige a los judíos, diciendo: “Ustedes no saben nada, ni se dan cuenta de que es mejor para ustedes que muera un solo hombre por el pueblo, y no que toda la nación sea destruida” (11. 50,51). ¿Vale la pena morir todos por defender el honor de la nación? “Supongamos que así sea. Nos quedaremos con el honor, pero sin músculos para empujar el arado y hacer florecer las espigas. Ahora mismo, la Patria ya no es sino un basto cementerio, con una inmensa cruz de sacrificio inútil. Y en el fondo, ¿qué es el honor? Un concepto. Una idea. Y los conceptos y las ideas están expuestos a lamentables equivocaciones” (Procesados del 70 de A. González Delvalle). Continuaremos mañana con la rendición de algunos grandes conductores de Ejército.

FIN

TEMA III. SÓLO LA VERDAD OS HARÁ LIBRES.

Comentario sobre “LAS CAUSAS DE LA GUERRA”, de Ricardo Caballero Aquino, editado por El Lector y ABC Color. Debo reconocer que he leído con fruición la obra, escrita en un estilo elegante y de lectura fascinante donde la verdad sobre las causas de la guerra brilla como las estrellas en el cerúleo cielo; por tanto, no es posible refutarla. Pienso que debe ser adoptado por el MEC como libro de consulta obligatoria en la asignatura de Historia del Paraguay. Felicito al lúcido intelectual e historiadora paraguayo por poner en manos de sus conciudadanos una parte importante de los orígenes de la guerra del 70 con toda objetividad, algo raro en un historiador paraguayo. Por todo lo que representa y significa, la obra constituirá una realización memorable en la historiografía paraguaya, muy diferente a la ficción de la historiografía nacional-patriótica que trata de encubrir, defender y exculpar al mariscal Francisco Solano López de sus garrafales errores políticos y militares y de sus innecesarias crueldades.

Nuestra intención es, decir que el autor, con este opúsculo, magníficamente estructurado, produjo un verdadero monumento escrito sobre aquella malhadada guerra que fuera el causativo de la destrucción de 50 años de lento progreso del Paraguay, luego de un largo periodo de paz.

Una sola opinión quisiera objetar, y es en la parte del Prefacio de la interensate obra. Al referirse sobre la publicación del Tratado Secreto, se lee: “De ahí surgió su estatura de héroe romántico trascendente, uno de los pocos que prometiendo morir en el último campo de batalla al frente de sus últimos espectros de soldados, cumplió y pasó a la gloria”. Varios conductores de ejército murieron, pero a diferencia de Solano López, murieron conduciendo su ejército en una batalla decisiva (Ciro el Grande, Constantino XI, Carlos XII rey de Suecia, etc.); y otros al perder la batalla decisiva como Vercingetórix en las Galias, el rey Agis de Esparta, etc., que pudieron escapar fácilmente, sin embargo quedaron y ofrecieron digna, patriótica y valientemente sus respectivas cabezas con el sano propósito de evitar a sus pueblos mayores sacrificios, conscientes de sus responsabilidades como Jefe de Estado y conductor de ejército.
Luque, 10-10-2020.


TEMA III, LA PALABRA
La PALABRA es un sacramento de muy delicada administración, y es el arma más destructiva que la gente puede usar; y según el uso que se la da, puede convertirse en un instrumento de sentimientos de odio, de envidia, de insulto, de engaño y de división; o de paz, unidad, fraternidad y concordia.
Hay palabras que son utilizadas muy a menudo, no como valioso instrumento para decir la verdad sino cargados de mentiras y agravios a gusto de las pasiones e intereses personales del que las utiliza.
Por el bien de nuestra nación, es preciso que los parlamentarios, según las creencias representan a los más reputados intelectuales de nuestra nación, y muy dispuestos a servirla con patriotismo; conforme el contenido de sus discursos en las campañas electorales.
Utilicemos nuestra inteligencia y nuestra razón para explicar y buenos argumentos para persuadir, y no para descalificar o desacreditar o desmeritar de modo peyorativo. Nada se gana tratando de dañar al semejante con difamación o acusaciones maliciosas. Por consiguiente, los parlamentarios están obligados a dejar de emplear expresiones que riñen o no concuerdan con la mesura y el debido respeto que es acreedor toda persona.
El Congreso no es lugar para descargar recíprocos sentimientos de odio, sino para trabajar juntos por un Paraguay mejor; entierren pues sus hachas de guerra, y dedíquense por entero y con gran devoción a servir a nuestra nación, por lo menos hasta cumplir con sus periodos para los cuales el pueblo los ha elegido.
Una sociedad donde cada persona se cree con derecho a insultar a quien sea sin respetar honra, investidura, ni dignidad ni reputación, no puede caminar sino hacia el caos. Aunque se ha demostrado científicamente que, donde reina el orden siempre hay algún caos; y donde impera el caos, existe siempre un orden.
Es deber de los senadores y diputados hablar al pueblo con honradez y sinceridad y a los compatriotas menos preparados y menos capaces de discernimiento que tantas veces a lo largo de nuestra historia han despertado con cada nuevo Gobierno, pleno de fe y ardoroso de esperanza de un Paraguay mejor; y sin embargo, en poco tiempo, de nuevo “la vuelta a la realidad”, pues, descubren que otra vez han sido privados del anhelo de justicia y mejor bienestar, y de este modo queda frustrada la esperanza, y esto se repite en cada cambio de Gobierno.
Este es el momento de tomar posiciones claras y asumir responsabilidades, porque si seguimos siendo un pueblo apático, pusilánime y más amante de dormir la siesta que salir con rapidez para dirigirse a la plaza a reclamar y desenmascarar a una autoridad corrupta, perezosa, holgazán y desidiosa, corremos el riesgo que la nación paraguaya sea declarada como Estado fallido.
La mayoría del pueblo paraguayo confía mucho que el Gobierno nacional que asumió el 15 de agosto próximo pasado, terminará su mandato con el aplauso del pueblo y MAB irá en la tranquilidad de su hogar, con la satisfacción del deber cumplido. QUE ASÍ SEA.
Luque, 29-10-2020.