viernes, 25 de abril de 2014

LA FT Y EL EPP

Antes que nada, lamento profundamente la muerte del VSgto. 1° de Material Bélico Monges, en combate contra los indeseables, a pesar de que en toda lucha bélica siempre hubo, hay y habrá bajas.

A mi parecer la FT está cumpliendo con asombrosa valentía la misión recibida, pues, en esta clase de lucha el que actúa con impaciencia pierde. Según escuché por radio, alguien ordenaba al soldado o al sargento "¡ejapi!, ¡ejapi¡"; debo deducir de que era un oficial.

Si es así, este no lo hizo porque no llevaba fusil. ¿Por qué? En una lucha de este tipo, el soldado, suboficial, oficiales subalternos y superiores deberán llevar indefectiblemente 3 a 4 armas:

1) cuchillo,
2) pistola o revólver,
3) fusil y
4) granadas de mano ofensiva.

El combatiente que espera orden para actuar está perdido, pues este tipo de lucha exige reacción rápida e iniciativa en alto grado.

El ambiente donde está actuando las tropas del Estado Paraguayo con admirable estoicismo, se caracteriza por peligro constante, objetivo a conquistar incierto, cansancio físico y gran derroche de valentía, LOOR A LOS INTEGRANTES DE LA F.T/EJÉRCITO POR LA ABNEGACIÓN Y ESMERO QUE PONEN PARA RECUPERAR LA PAZ Y TRANQUILIDAD PARA LOS COMPATRIOTAS QUE VIVEN EN LA ZONA DE TUAKUATI.

Imagen extraída de Google Image

LAS HUELGAS Y LAS VIOLENCIAS: UNA OPINIÓN

1) Está demostrado que existe una relación entre la estructura demográfica y la agresividad. En el Paraguay hay un gran excedente de varones jóvenes disponibles ante la inexistencia en el país de un mercado de trabajo que sea capaz de absorber la mano de obras, esto provoca en los jóvenes una predisposición incitativa a la agresividad. 

Se ha comprobado desde hace mucho tiempo que hay conciencia formada de la tendencia muy belicosa que resulta de la superabundancia de varones jóvenes. Cuando en un determinado país existe lo que el sociólogo francés Gaston Beathoul denomina “inflación demográfica”, es porque los gobiernos no disponen de un plan para adecuar las cifras de natalidad a la de mortalidad, entonces aparece y se cumple el proverbio: “a la natalidad obligada, mortalidad provocada”. 

Imagen extraída de Google Image.

O sea, si no se restringen voluntariamente, será forzada a cortar o detener el crecimiento excesivo de la población, Uruguay y China son ejemplos. La inflación demográfica tiene por corolario la emigración masiva de jóvenes, la proliferación de las delincuencias juveniles o la guerra interna o externa. Porque de alguna manera hay que adecuar el número de habitantes a la capacidad del país para ofrecer ocupación o empleo, y una calidad de vida aceptable a los habitantes. 

Cuando un país aumenta en exceso sus varones jóvenes, llega un momento en que debe ubicar de una manera u otra a esos jóvenes transformados por fuerza de las circunstancias en desocupados. Consecuentemente, tarde o temprano se está obligado a elegir entre estimular la emigración masiva o la guerra. Mucho coopera en acomodar la natalidad con la mortandad: la epidemia, el sida, los accidentes de vehículos terrestre y aéreo, delincuencias, pobreza extrema, los atentados terroristas como Al Qaeda, la carencia de médicos y medicamentos en los hospitales públicos, etc. 

2) Erich Fromm, en su obra “El amor a la vida”, dice: “dentro de cada sociedad hay siempre un porcentaje de personas que son necrófilas, vale decir, sufren de necrofilia, y por eso tienen amor por la muerte y por la destrucción. Hay hombres que aman la vida, y otros que la odian. Los hombres que aman la vida son fáciles de reconocer. Aunque no se crea, la necrofilia predomina –al menos en estado latente- en vastos sectores de la sociedad”. Vale decir, que este tipo de individuo existe en los partidos políticos, SÍNDICATOS, empresas, cuarteles de las fuerzas públicas, etc. 

O sea, están por todas partes: en las canchas de fútbol, en los locales bailables nocturnos, en las playas, en las rutas, por los barrios, etc., en constante acecho. Un asaltante que mata para robar un teléfono, no sólo busca ganancia, sino con el asesinato satisface su necesidad compulsiva de hacer sufrir, dañar, destruir. Aunque se arrepiente después de su acto salvaje, pero siempre le llega el momento irrefrenable de volver a repetir la misma acción; entonces sale y busca una víctima propiciatoria. 

Lo que estamos queriendo indicar es lo siguiente: que en casi todas las manifestaciones públicas, las personas descriptas aprovechan y se infiltran entre los manifestantes de sanos propósitos, y llegado el momento libera al monstruo que con irrefrenable ansia empieza a volcar su necesidad paroxística de destrucción sobre su semejante; provoca a la policía para que lo azoten porque sienten placer en recibir, pues, generalmente son sadomasoquistas. Por consiguiente, la Policía está obligada a cumplir con su obligación con rapidez y firmeza.

Finalmente, según mi parecer, casi todas las reivindicaciones de los organizadores de la huelga son justas; sin embargo, exigir la derogación de la Ley de APP con argumento bastante magra como que “serán vendidas el patrimonio nacional a terceros”, es como pretender seguir andando en carretas, mientras los otros países andan en aviones. 

Un ejemplo grotesco extraído de FACEBOOK: cuando un niño ve a un adulto escribir en máquina de escribir, asombrado exclama, “¡bárbaro, imprime cuando se escribe!”